jueves, 2 de febrero de 2017

Filos Mortales, de Joe Abercrombie

Tuve que esperar un poco, después de comprar un ejemplar de este libro, antes de poder empezar a leerlo. Y cuando comencé con la lectura, tuve que forzarme a mí mismo a dejar pausas entre relato y relato, para no acabar de una sentada. Poco me duró, de todos modos.

Filos Mortales es una antología de relatos situados en el Círculo del Mundo, donde se ambienta también la trilogía La Primera Ley, así como La Mejor Venganza, Los Héroes y Tierras Rojas. En conjunto, la serie que ha traído fama a su autor, Joe Abercrombie, apodado Lord Grimdark.

Las historias que se presentan en el volumen lo hacen en orden cronológico interno, empezando con Un magnífico bastardo, que nos muestra a un Sand Dan Glokta previo a su captura por los gurkos -aproximadamente unos ocho o nueve años antes de lo que se cuenta en La Voz de las Espadas- y terminando con una historia situada veintiséis años más tarde, o lo que es lo mismo, dos años después de lo que ocurre en Tierras Rojas.

Los protagonistas de estos relatos son a menudo personajes ya conocidos por los lectores de las novelas previas, donde en ocasiones ocupaban el papel de secundarios insignificantes, aunque algún protagonista repite. Pero también hay una serie de relatos cuyos protagonistas resultan ser originales de estas historias. En particular, la pareja de aventureras formada por la ladrona Shevedieh y Javre, la Leona de Hoskopp repite a lo largo de cinco de las trece piezas que forman Filos Mortales.

Hay variaciones en el tono de cada historia, dentro de los parámetros habituales en el autor. Los relatos más desagradables y pesimistas incluyen al menos algunas pinceladas de humor, aunque sea humor negro. Los textos más ligeros y llenos de aventura no dejan de tener toques de regusto amargo.

Y en general se trata de los temas habituales de Abercrombie: por mucho que se esfuerce, la gente no cambia, o al menos no demasiado; raramente alguien se lleva lo que se merece, ya sea recompensa o castigo. No son actitudes tremendistas, sino la de un mundo y sus habitantes en el que la mayoría de la gente hace lo que puede para salir adelante. Lo cual, desafortunadamente, a menudo requiere de hacer ciertas cosas desagradables.

Si me resulta llamativo, sin embargo, un detalle que encuentro novedoso. Y es la noción de que el Círculo del Mundo también puede albergar aventuras de corte más clásico -las menciones que se hacen sobre los años compartidos por Shevedieh y Javre aluden a muchos tropos que son prácticamente Espada y Brujería-, y eso me ha sorprendido un poco.

Con varias de las historias me reí mucho, otras resultan espeluznantes -Lugar equivocado, momento equivocado, en particular, así como Creando un monstruo, donde podemos atisbar algo del pasado que tan desesperadamente Logen intenta dejar atrás- pero todas ellas resultan interesantes, entretenidas y muy bien escritas. Como suele, el punto fuerte de Abercrombie son los personajes, y este libro no es una excepción. Es capaz de dotar a sus protagonistas con personalidades complejas y creíbles como pocos autores de este género pueden hacer.

Algunos de estos relatos fueron originalmente escritos para otras antologías -de hecho, me ha sorprendido encontrar que uno de ellos se publicó originalmente en Red Country, la edición de Alianza no lo incluía-, pero la mayoría han sido escritos para la ocasión.

En fin, que se mantiene el listón de calidad, que los acontecimientos siguen avanzando en el Círculo del Mundo, y que es una lástima tener que esperar tanto tiempo antes de poder leer un nuevo libro de Joe Abercrombie. Y encima acabarlo en un par de días. Bueno, hasta que llegue el siguiente.

2 comentarios:

  1. Por una cosa u otra nunca me pongo con este autor. Por falta de ganas no es, solo escucho maravillas de él. Tampoco sabría por donde empezar, en poco tiempo veo que sus publicaciones son numerosas. Espero que pronto me lance con alguna de sus aventuras

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    1. Bueno, su primera novela fue publicada hace algo más de diez años, ya lleva algún tiempo por ahí. Para empezar, la cosa es sencilla, prueba con La voz de las espadas, parte inicial de La primera ley. Su lectura puede bastar para decidir si el autor te gusta o no, porque marca la línea que siguen las siguientes.

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