jueves, 21 de diciembre de 2017

Los dioses de Bal-Sagoth, de Robert E. Howard

Turlogh O´Brien es uno de los personajes de REH. Cortado por un patrón muy similar al de la mayoría de sus protagonistas, Turlogh, apodado Dubh, "Negro", por su cabello y su comportamiento, vive sus aventuras a principios del siglo XI, tanto en su Irlanda natal, luchando contra los invasores escandinavos, como en tierras muy lejanas, por las que ha de vagar dada su condición de proscrito.

Descubrí  este personaje en las antologías de relatos de Howard que ha publicado la editorial Valdemar hace ya algunos años, y fueron de mis favoritos, sobre todo Los dioses de Bal-Sagoth, aunque El hombre oscuro tampoco desmerece. Hace ya más de un año, la editorial Costas de Carcosa recopiló, alrededor de estas dos historias más conocidas, unas cuantas otras que guardan relación con las mismas. Ya sea porque tratan temas similares, ya sea porque Turlogh O´Brien hace aparición aunque en un papel muy secundario.

O´Brien es un proscrito, que tras participar en la importante batalla de Clontarf cae víctima de una intriga nunca del todo explicada en detalle. Expulsado de su clan, se busca la vida como puede, como mercenario o bandido, pero sin olvidar nunca sus lealtades ni sus odios. Como puede suponerse, en ambos casos sus sentimientos son de enorme fuerza.

En algunas de sus aventuras es acompañado por su amigo/enemigo Athelstane, un enorme guerrero sajón, proscrito como Turlogh, que a menudo lucha junto a los escandinavos como espada de alquiler.

Reunir una antología como esta no resulta tan sencillo como hacerla en torno a otros personajes que ocuparon más tiempo y páginas de su autor. En verdad solo hay dos historias protagonizadas por Turlogh, que aparece en un par más -o en dos versiones de la misma, luego voy con eso- y en algunos fragmentos inacabados -La sombra del huno es el más desarrollado de los dos, y aunque comienza con interés, parece que el auto se encontró con un callejón sin salida y lo dejó estar. El otro fragmento, carente de título, es poco más que una escena de lucha y un planteamiento de trama, que tampoco acabó por desarrollarse-.

Los dos relatos iniciales, La marcha del dios gris y Lanzas de Clontarf, cuentan básicamente la misma historia y lo hacen de forma muy similar. En el primer caso hay mucha mayor presencia sobrenatural, mientras que el segundo aparenta intención de ser una historia mucho más mundana, ofreciendo explicaciones lógicas a lo que en la primera versión son sucesos genuinamente mágicos. Son cuentos corales, con el protagonismo compartido por varios personajes implicados en la importante batalla, aunque quizá con más relevancia para Conn, también proscrito y esclavo fugitivo de los nórdicos, que actúa como testigo mientras atraviesa transversalmente el relato, conectando a muchos de los otros personajes. Lo cierto es que, aunque ambas historias están bien, me quedo con Lanzas de Clontarf, que me parece más pulida y mucho mejor acabada.

La antología cierra con El túmulo en el promontorio, una de esas historias de "memoria racial" de las que REH parecía gustar. Acontecimientos en el presente -es decir, en los años treinta del siglo XX- que conectan con el pasado lejano. Que en este caso, resulta ser la batalla de Clontarf y ciertos hechos acaecidos allí. La verdad es que es un muy buen modo de terminar este ciclo de relatos.

Turlogh y Athelstane recuerdan bastante a Cormac Mac Art y Wulfhere Rompecráneos, otra pareja aventurera de Howard, situada en el mismo lugar aunque unos siglos más atrás. Una combinación de aventuras violentas en un entorno pseudohistórico -es gracioso como todos los vikingos van por ahí con cuernos en los cascos, por ejemplo- junto con los tropos propios de la Espada y Brujería, genero del que el relato Los dioses de Bal-Sagoth es un perfecto exponente al que no le falta ningún elemento.

Una lectura muy entretenida, con toda la visceralidad de REH.

 


6 comentarios:

  1. Tengo un libro de este personaje (una edicion que creo que es en parte pirata) y aunque me gusto que menciona al rey arturo y las aventuras del personaje me parecia desvalazado.
    No acabas de comprender bien como esta dividida esta version de Inglaterra pseudohistorica. Vamos que muy Howard. Si me gusto.

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    1. (Por alguna razón Blogspot había marcado este comentario como spam, por eso no había aparecido antes)

      El personaje que habla sobre Arturo y alguno de sus caballeros es Cormac Mac Art, cuyas aventuras se sitúan en el siglo V, unos quinientos años antes que las de Turlogh. Los Tigres del Mar, la recopilación de sus relatos que se publicó hace unos años era ciertamente cosa de una editorial de ética dudosa, por decirlo muy suavemente.

      Agradecería que me explicaras qué es lo que no acabo de comprender.

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  2. No, me he explicado mal, soy yo el que no acabo de comprender como se divide el mundo de Cormac Mac Art. Y tienes razon era otro personaje. Sorry.

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    1. Ah, no hay de qué disculparse. Me habías picado la curiosidad por si se me había pasado algo por alto. :).

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  3. Hola. Soy nuevo por aquí y estoy muy gratamente sorprendido por el nivel de este blog. Además soy howardiano de pro y completista. Me interesa eso de la editorial de ética dudosa. Podrías darme más información al respecto? Es otro caso similar al de Pulp Ediciones? Gracias y sigue así, que tienes un nuevo lector ávido.

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    1. Gracias. La editorial a la que me refiero, que publicó hace algunos años Los Tigres del mar y varios otros títulos pulp, es ANS Editor, que por lo que sé, estaba formada por los mismos responsables de Pulp Ediciones.

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